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sábado, 16 de julio de 2011

“Los Errores de Benjamin Creme, Vocero Infernal del anticristo Maitreya”

         “Los Errores de Benjamin
    Creme, Vocero Infernal del
        anticristo Maitreya”
 
Primera Parte
 

Ante una serie de preguntas formuladas a Creme sobre el Devastador o Anticristo "Maitreya" cuyo reino durará 3.5 años con su Gobierno Mundial -Novus Ordo Seclorum impulsado por los iluminati-, al analizar sus respuestas, encontramos "significativos errores doctrinales" inducidos en sus respuestas.

Benjamin Creme, Vocero infernal del Devastador o Anticristo "Maitreya"
 
P: ¿Llegará Maitreya a ser una figura pública?

BC: Sí, Él se convertirá en un portavoz conocido; será el estímulo y el portavoz para cierto tipo de pensamiento grupal relacionado con el compartir, la fraternidad y la justicia, y que abarca los campos político, económico, social, así como el filosófico, religioso y científico, a través de toda la gama. Es realmente a alguien que hable de todas las necesidades humanas a quien ustedes deben buscar (¿). Él será el portavoz de ese tipo de pensamiento grupal, de aquellos que estén enunciando los principios que tienen que gobernar nuestra vida en la nueva era: Compartir, Justicia, Libertad, Cooperación, Buena Voluntad. Estos son los principios de los cuales nos daremos cuenta que son los principios de Acuario. En una palabra, puede llamársele síntesis, universalidad.
Nota.- Creme, el vocero infernal del anticristo Maitreya, comete graves errores, Jesús no sería el vocero grupal de nadie, Él mismo es fuente de toda Sabiduría, no es portavoz de seres humanos sino de Dios Padre y de Él mismo como el Logos, la Palabra Encarnada. El carácter divino de Su Sabiduría está dada porque es Infinita, Eterna e Infalible, en tanto, que todo pensamiento de los hombres y de cualquier grupo, por sabios que se crean, porque los humanos son falibles, finitos y erróneos. Qué poco sabe Benjamin Creme de los atributos de Dios, y es normal que sepa poco, pues es vocero de Satanás imbuido en Maitreya.
Creme además maneja conceptos y el lenguaje de las sectas, como la del “New Age” o “Nueva Era”, que pretende ser una doctrina a la manera de un cóctel en la que están mezclados principios light o ligeros, que nos mueven más al placer que a las prácticas ascéticas y de perfección moral y santificación. La religión de la “iglesia universal” que busca formar Maitreya es un sincretismo infértil en la vida espiritual.
Creme va induciendo la idea de que es al anticristo a quien debemos buscar, nada más opuesto a su sugerencia, a quien debemos buscar es a Jesús en nuestros corazones, Quien vendrá al terminar el reinado de 3.5 años del anticristo, en el Armagedón serán vencidos los ejércitos del reino infernal por el Ejército Mariano y todas las fuerzas celestiales unidas a él, como el Calcañal de la Virgen de “Guadalupe”, y Jesús destruirá al anticristo con Su Soplo Divino.
P: ¿Por qué cuando Maitreya llegue a salir en una gran cadena de televisión él no utilizará Su propio nombre?

BC: Por una serie de razones. Una es que muchas personas no sabrían quién es Mai¬treya. Él desea ser presentado al mundo como un hombre entre los hombres, pero que tiene ideas que, hasta ahora, la mayoría de personas no han considerado en relación a la reconstrucción del mundo. De esta forma Él no hace una división entre cristianos, budistas, musulmanes e hindúes. Si Él fuera presentado como el Cristo, digamos, entonces los cristianos estarían divididos. Algunos dirían “¡Aleluya! ¡El Cristo está aquí!” Otros dirían “Él no es el Cristo, es una falsificación, se trata del anticristo”. O, si les gustaran Sus ideas, podrían aceptarlo fuera quien fuera. Si no les gustan Sus ideas, como ocurre con muchos fundamentalistas cristianos, según mi experiencia, incluso sin verlo – ya están convencidos de que Él debe ser el anticristo
, no les gusta la idea de compartir, y no les parece gustar la justicia y paz en el mundo – y lo rechazarán automáticamente.
Nota.- Aquí habla mañosamente Creme, pues cómo puede asegurar que a los hombres, en su totalidad, no les guasta compartir, ni nos guste la paz y la justicia, esta es una aseveración muy torpe de Creme el vocero del anticristo.
Ya que no ha descendido de una nube en Jerusalén, tal como ellos esperan, tienen prejuicios desde el principio.
Si Él se hiciera llamar el Cristo, se produciría esta enorme división entre los cristianos sobre quién es Él. Si se hiciera llamar Maitreya entonces los budistas estarían divididos. (Conozco a muchas personas que se hacen llamar ellos mismos Maitreya. Y no son más Maitreya que ustedes o yo.) Si él se presenta como un hombre entre hombres, las personas sin prejuicios pueden acercarse a lo que Él está diciendo y responder a ello, tanto a favor como en contra, sin verse influenciados por la idea de que Él sea el Cristo, o Maitreya Buddha, o el Imam Mahdi, o el Mesías. Estos nombres interfieren en el camino de su respuesta espontánea a las ideas. Tenemos que pensar que las ideas son buenas ideas; tenemos que querer compartir y justicia y paz, y si Él aboga por seguir un camino hacia el compartir, la justicia y la paz (¿), nos sentiríamos inclinados a decir “sensatos pensamientos, me gustaría hablar más con este hombre, me gustaría hacerle unas cuantas preguntas.”
P: Ya que Él es el Instructor del Mundo, ¿significa eso que estará más involucrado en determinados campos de actividad humana que en otros?

BC: Muchas personas, especialmente los cristianos, lo ven como el líder de la iglesia cristiana, pero de hecho éste no es el caso;
el Maestro Jesús es el líder de las iglesias cristianas. El Instructor del Mundo es el estímulo detrás de todo un rango de actividades, no solamente religión. Él es tanto el estímulo detrás de los descubrimientos científicos y los conceptos educativos que están actualmente ocupando las mentes de los hombres, como lo es de los temas religiosos.
Nota.- Creme presenta una diferencia de rangos, jerarquía o poder entre Jesús y Maitreya, con la palabra “Maestro” en comparación con las palabras “Instructor de la Humanidad”, como si Jesús no hubiese dejado suficientes enseñanzas y doctrina a través de los Evangelios para que la humanidad se conduzca en todos los tiempos. Las enseñanzas de Jesús son espirituales, nos muestran la diferencia entre el bien y el mal, y no enseña a la Iglesia a buscar gobernar sobre los asuntos terrenales, la política, etc., como lo pretende el anticristo, por eso impondrá el microchip o marca de su marca, la marca de la bestia “666”, sino que Jesús vino a iluminar todos los ámbitos de nuestra vida con Sus Divinas Enseñanzas. El Evangelio no es para una época determinada, es para todos los tiempos. Y podría hablarse mucho más en torno a los conceptos “líder” y “estímulo” que tendenciosamente usa Creme, un lenguaje tramposo, usa una dialéctica amañada, ya que el término “estímulo” tiene acepciones más extendidas al mundo materialista que al espiritual.
Él inaugurará “la nueva religión mundial”, que ocupará una gran parte de Su energía, pero es el receptor y transmisor de un gran abanico de energías procedentes de diversas fuentes que estimulan muchas facetas diferentes de nuestra vida.Una de Sus principales tareas será sintetizar a la humanidad por medio de la energía del Avatar de Síntesis y las energías de Acuario, y galvanizando la Asamblea de las Naciones Unidas (Nota.- el Priorato de Sión hará surgir “El Nuevo Orden Mundial” de los Illuminati, por eso el anticristo Maitreya Buddha, bajo el nombre de “Raj Patel” ha estado promoviendo tanto a David Rockefeller, una de las familias poderosas de los Illuminati que apoyan al anticristo para llevarlo a presidir ese infernal Nuevo Orden Mundial), uniendo al mundo y llenándolo de un sentido de su totalidad. Esta es una labor enorme y continua, que se extenderá durante un gran número de años. Cuando hayamos realmente enderezado el mundo, comenzará a inaugurar la nueva religión mundial.
Nota.- es decir, que el anticristo está planeando formar primero el Nuevo Orden Mundial; y luego la Iglesia Universal del anticristo Maitreya; en este orden desarrollará su plan infernal, impuesto en su gobierno el “bio-microchip”, podrá manipular la mente de los seres humanos que hayan permitido que se los inyecten.
El reinado del anticristo NO durará un gran número de años como afirma Benjamin Creme, sólo durará un poco menos de 3.5 años, después él y el falso profeta, el antipapa Benedicto XVI, serán vencidos en el Armagedón y arrojados al infierno.
Recuérdese también, que la infiltración a la Iglesia Católica ha tenido como propósito fundamental su demolición desde su interior. Jesús advirtió: “No prevalecerán las fuerzas del infierno sobre Mi Iglesia, pues Yo estaré con Ella hasta el final de los tiempos”. Sabemos todos que sufrirá ya en breve el “gran cisma”, la separación de las cabras y las ovejas sacerdotales y de los fieles y que Su Iglesia, la de Cristo, será gobernada por Pedro Romano II y no por el anticristo Maitreya Buddha.
P: ¿Por qué Maitreya se aparece de forma distinta a diferentes personas?
BC:
Casi semanalmente, Maitreya se aparece milagrosamente ‘de la nada’ en reuniones de ortodoxos religiosos, fundamentalistas, en todas partes del mundo, y siempre se aparece de tal forma que el grupo pueda reconocer – si se trata de hindúes, será de la forma en que la gente concibe la apariencia de Krishna; si son judíos, como su idea que tienen del Mesías; si son musulmanes, como la idea que tienen del profeta, del Imam Mahdi o del Mesías; si se trata de budistas, su idea de Maitreya Buddha. Él puede cambiar Su apariencia a voluntad. Puede ser viejo o joven, hombre o mujer (¿), rubio o moreno.

De esta forma, todos se pueden identificar con Él. Él se dirige a las personas reunidas en su propio idioma, y luego desaparece de nuevo. Así es cómo apareció en junio de 1988 en Nairobi, Kenia, ante 6.000 personas que Le reconocieron como el Cristo. El suceso, a través de fotos, fue visto en las cadenas de televisión de la CNN, BBC y otros medios de comunicación del mundo.
Nota.- Nuestro Señor Jesucristo, el "Dios-hombre", la Palabra Encarnada, escogió desde un principio venir en la figura de “hombre”, porque además, entre otras cosas, fundaría Su Iglesia con un grupo de hombres, los apóstoles.
No menoscaba el valor de la mujer esta elección de Jesús, pues a las mujeres les han sido dadas otras tareas nobilísimas también, pero diferentes. No hay por tanto lógica alguna para que Jesús se apareciera como mujer en nuestro tiempo, pues Su Persona sigue siendo tan identificada y esperada de la misma manera en que estuvo en la Tierra en Su primera Venida. Aquí se equivoca nuevamente Benjamin Creme en querer comparar a Jesús con el anticristo.
P: Si Maitreya aparece delante de 600 o más personas en reuniones de grupos religiosos en Gran Bretaña – como en Edimburgo y York –, ¿por qué no vemos nada de eso en los medios de comunicación?
BC: Las personas a las que se aparece son en cada caso cristianos fundamentalistas de una creencia u otra; varían tremendamente de una confesión a otra pero lo que tienen en común es que todas ellas son muy dogmáticas en sus creencias. Maitreya se les aparece para ‘suavizarlos’.
Estos son los grupos de los cuales él espera una mayor oposición y rechazo. Si él aparece como el Instructor del Mundo y ellos esperan al Instructor en sus propios términos – como el Cristo, Maitreya Buda, Krishna, el Imam Mahdi, el Mesías – con sus ideas fijas, estos grupos se inclinarán a rechazarle.
Nota.- el anticristo usa un lenguaje muy similar al de Jesús en cuanto a las obras de amor y de caridad, pero el término “suavizar” es tendencioso, y en el fondo de su respuesta Creme pretende hacer que se pueda coincidir en una sola forma de pensar y creer de los hombres, pero de manera muy diferente a como enseñan los Santos Evangelios.
El vocero infernal del anticristo Maitreya Buddha, Benjamin Creme ha expresado en torno a esta pregunta que le han formulado lo siguiente:
Lo más importante es la creación de las “aguas curativas”, que es lo que se hace primero. Cuando Maitreya ha magnetizado las aguas, a su tiempo – puede llevar algunas semanas – Él encuentra a un grupo de fundamentalistas en una ciudad cercana y se les aparece. El les habla en su propia lengua y se producen muchas curaciones durante el proceso. Él no dice:“soy Maitreya”;“soy el Cristo”, o “soy el Imán Mahdi”, Él sólo aparece, salido de la nada, pero en una forma que ellos pueden reconocer – como lo hizo en Nairobi en Kenia el 11 de Junio de 1988, una aparición de la cual tenemos fotografías.
Nota.- Este aspecto de “la creación de aguas curativas” es otra estrategia del anticristo Maitreya Buddha para engañar a las personas,
pues él hace prodigios, que no es lo mismo ni son “verdaderos milagros” como los que proceden o hacen las Personas Divinas: Dios Padre, Dios Hijo Jesucristo y Dios Espíritu Santo. Para conocer más sobre este tema de manera seria, visite el Espacio de: http://fenomenosespirituales.blogspot.com E-mail: fenómenos.sobrenaturales@gmail.com
Benjamin Creme continúa diciendo: Maitreya deja que los grupos, en la forma mental en la cual se les ha aparecido, le reconozcan o no. Algunos de ellos dirán: “tened cuidado, podría ser el anticrist: Antes de que el Cristo venga, viene el anticristo”.
Nota: y esto es cierto, Benjamin Creme y el propio Maitreya Buddha, el anticristo, lo saben; y hasta lo dicen para aparentar que nos son ellos, dos de los principales engendros protagonistas del mal de estos tiempos apocalípticos. Jesús nos advirtió en su primera venida al Mundo: Yo he venido y no me habéis recibido, mas vendrá “otro” en Mi lugar y a ése sí lo recibiréis”.
Esa es la razón por la cual no dicen nada, y si ellos no hablan, los medios de comunicación tampoco. En alguna ocasión, en estos encuentros han habido algunos representantes de periódicos religiosos que no han escrito sobre ello. ¿Por qué no? Creo que ellos no saben qué hacer con esta información: Es muy ‘caliente’.
O ellos creen que es el Cristo o creen que es el anticristo; o están perplejos porque Él no ha dicho quién era. Quizás el 80 por ciento de las personas creen que han tenido una experiencia del Cristo, o del Mahdi, o del Mesías – a quién se parezca en esa ocasión – y se dan completamente por satisfechos al aceptarlo y sólo esperan que pase algo más relacionado con esto.
Eso debe hacer algo a sus conciencias, incluso si no hablan de esto con nadie excepto entre ellos. Cuando finalmente vean a Maitreya en la televisión dirán: “Ese es el que se nos apareció – quizás tenga razón a pesar de todo; Quizás no sea el anticristo”.
Nota.- recuérdese que Raj Patel, uno de los nombres usados por el anticristo, estuvo capacitándose con su maestro de la logia negra, para crear este tipo de efectos: telepatía, levitación, control mental, efectos ópticos e ilusionismo para simular ante los ojos humanos los “falsos milagros” o “prodigios” y que él verdaderamente está imbuido del espíritu de Satanás.
Y concluye Creme su respuesta a la pregunta en cuestión:
Se informó de la aparición en Nairobi y se tomaron fotografías porque el editor de la edición en swahili del Kenya Times estaba presente y lo escribió. Varios medios de comunicación tomaron la información y el mundo se asombró durante dos días. Los medios de comunicación en general, como los hombres y las mujeres normales, son profundamente escépticos, y profesionalmente no sólo escépticos, sino extremadamente cínicos.
¿Cómo podemos saber seguro que Maitreya no es el ‘falso Cristo’?

BC: No hay solamente un ‘falso Cristo’. Hay varios instructores bien conocidos que se creen que ellos mismos son el Cristo, o sus seguidores creen que son el Cristo; y por mi experiencia personal, conozco los casos de un gran número de personas engañadas que están convencidas de que ellos son el Cristo. El discernimiento y el reconocimiento espiritual son la clave. Sugiero que en el Día de la Declaración, por el adumbramiento (*) y contacto telepático que Él establecerá con toda la humanidad simultáneamente, no tendréis ninguna duda sobre Su verdadera condición. Un árbol es conocido por sus frutos y es por Su amor, sabiduría, fuerza espiritual y trabajo por la humanidad que reconoceréis a Maitreya y le conoceréis por lo que Él es.
Nota.- de todos es conocido que el anticristo Maitreya Buddha espera ser presentado ante una gran cantidad de medios de comunicación, lo que sucederá muy probablemente desde el Vaticano, cuyo acontecimiento él ha llamado “El Día de la Declaración”, y que muchos lo verán por el poder telepático que adquirió durante su capacitación en la logia negra en la que tomó parte de su formación. Maitreya está imbuido del espíritu de Satanás. Hay que invocar al Espíritu Santo para que con Su Sabiduría nos permita darnos cuenta, con Su Don de Discernimiento, darnos cuenta de la intromisión y las verdaderas intenciones del anticristo Maitreya en ese Día de la Declaración.

(*) Adumbramiento es el acto de posesión total que Satanás ha hecho en Maitreya y en Benajmin Creme, como sus instrumento de "dominio mundial" para someter a la raza humana conforme a las Profecías de Daniel y el Apocalipsis.
P: (1) ¿Serán las Naciones Unidas el cuerpo gobernante del mundo, o (2) ¿Habrá otra organización y (3) ‘encabezará’ Maitreya esta organización?

BC: (1) No hay planes para un gobierno único. La ONU se convertirá (como lo es ahora hasta cierto punto) en la cámara de debate para expresar y resolver los problemas internacionales. (2) No se ha planeado ninguna otra organización semejante. (3) Maitreya no ‘encabezará’ ninguna organización sino que sólo actuará en Su capacidad de Instructor del Mundo.
Nota.- todos sabemos que él hará, como buen mentiroso, exactamente lo contrario, pues sí tienen contemplado hacer surgir de las Naciones Unidas, de la Comunidad Económica Europea, que es parte del plan del Priorato de Sión, al que están unidas las demás sectas, al Gobierno Mundial único, el New World Order, o Nuevo Orden Mundial anunciado sínicamente con la simbología Illuminati en los billetes norteamericanos  de un dólar. Maitreya quiere y gobernará el Mundo despóticamente desde su cúpula, pero su reinado será breve, de tres años y medio.
Nomenclatura:
P: Pregunta.   BC: Benjamin Creme.   Nota.- Observaciones sobre los Errores de BC
 

domingo, 3 de julio de 2011

“EL ANTICRISTO Y LA MASONERÍA ECLESIÁSTICA EN LAS VISIONES Y REVELACIONES A LA VENERABLE ANA CATALINA EMMERICK”

“EL ANTICRISTO Y LA MASONERÍA ECLESIÁSTICA EN LAS VISIONES Y REVELACIONES A LA VENERABLE ANA CATALINA EMMERICK”

EL FORO DE LOS PROFETAS DEL MUNDO

http://vocesprofeticas.blogspot.com/

SECTAS: ANTIIGLESIA Y ANTICRISTO

Baphomet, rito masónico con Lúcifer  Tomado del Libro 3, Cap. XXV “Visiones del Anticristo y del Triunfo de la Iglesia”. 

Introducción.
     Entre el cúmulo de visiones de sucesos pasados y presentes, en algunos de los cuales interviene misteriosamente Ana Catalina, alúdese reiteradas veces a la lucha de los poderes de las tinieblas contra los hijos de la luz. Algunas pueden ser consideradas proféticas, porque se refieren a acontecimientos ocurridos con posterioridad a la muerte de la vidente y a nuestra época (entonces final de la guerra de 1939). Entre otras, háyanse cuadros que juzgamos apocalípticos, como los que describen la desolación de la tierra, la apostasía de las masas, las tribulaciones de los cristianos bajo el reinado del Anticristo y el Triunfo glorioso de la Iglesia de Cristo.
     La visión de “la bestia del mar” es semejante a la consignada en el Apocalipsis, con el añadido, sobre el texto canónico, de que el monstruo tiene cola de pez y varias cabezas que forman como una corona en torno de la mayor. Las notas en las páginas contribuyen a identificar algunas de estas escenas con las de San Juan, cuyo maravilloso libro era desconocido por la estigmatizada de Dülmen. 
  1. Maquinaciones de los malvados contra la Iglesia. (Octava de Navidad de 1819)
   Ví a la Iglesia de San Pedro y a una gran multitud de hombres afanados en destruirla, mientras otros trabajaban en restaurarla. Los trabajadores estaban esparcidos por todo el mundo y me admiraba la conformidad de sus trabajos. Los obreros que trataban de destruir el templo, arrancaban pedazos del mismo; entre éstos distinguí a muchos herejes y apóstatas. Trabajaban de acuerdo a ciertas reglas los que llevaban mandiles blancos, con bolsillos, bordeados con bandas azules y llanas sujetas a la cintura –alude a los masones-. Estaban vestidos con toda clase de trajes; entre ellos había hombres altos y corpulentos, con uniformes y estrellas; pero éstos no trabajaban, sino que indicaban en los muros, con la llana, dónde y cómo habían de demoler. Ví con espanto que entre ellos había sacerdotes católicos. A veces, cuando no sabían cómo demoler, se acercaban a uno de los suyos, que tenía un gran libro, en el cual parece que estaba indicado cómo estaba hecho el edificio y la manera de derribarlo. Después señalaban con la llana una parte de él, para que fuera destruida, la cual, en efecto se derrumbaba. Los que derribaban el edificio, obraban tranquila y seguramente, pero con timidez, secretamente, puestos como en acecho.
     He visto al Papa en oración rodeado de falsos amigos, que muchas veces hacían lo contrario de lo que se les mandaba. Vi a un hombre malvado, negro y de baja estatura, trabajar muy activamente contra la Iglesia. Mientras el templo era destruido por éstos en alguna parte, reedificábanle otros por otra parte, pero sin energía ni vigor. Vi a muchos eclesiásticos a quienes conocía, entre ellos el Vicario General, cuya vista me causó mucha alegría. Pasó sin turbarse por entre los demoledores y dispuso lo necesario para la conservación y restauración del templo. Vi también a mi confesor llevar una gran piedra, dando un buen rodeo. Vi a otros sacerdotes,  perezosos, rezar  las horas con su breviario y llevar,  muy de tarde en tarde, alguna piedrecita bajo los hábitos o alargársela a otros. Parecía que ninguno tenía confianza ni gusto en el trabajo, puesto que trabajaban sin dirección y sin saber lo que hacían. Aquello era aflictivo. Ya estaba destruida la parte anterior de la Iglesia y no quedaba en pie más que el Sagrario. Yo estaba muy triste, pensando dónde se hallaría aquel hombre con veste roja y bandera blanca, que se me había representado otras veces sobre la misma Iglesia, salvándola de la destrucción. 

2. La Santísima Virgen protege la Iglesia.
     Entonces vi a una gran Señora, llena de majestad, que venía por la gran plaza que hay delante del templo. Tenía un manto extendido, sujeto con ambos brazos y se movía apaciblemente en el aire. Detúvose en lo alto de la cúpula y extendió su manto, que brillaba como el oro, sobre todo el recinto de la iglesia. Los demoledores dejaron de trabajar en aquel momento. Quisieron proseguir su obra de destrucción, pero no pudieron acercarse al espacio protegido por el ancho manto. Entretanto los que trabajan en reedificar la iglesia, mostraban extraordinaria actividad. Vinieron muchos hombres oscuros, ancianos e impedidos y muchos jóvenes vigorosos; mujeres y niños, sacerdotes y seglares, y muy pronto estuvo casi del todo restaurada la iglesia.

    Vi entonces venir un nuevo pontífice en procesión. El Papa era mucho más joven y enérgico que el anterior. Fue recibido con gran solemnidad. Parecía que iba a consagrar la iglesia, pero oí una voz que decía que el templo no necesitaba nueva consagración, pues la parte principal de él, el tabernáculo, no había sido destruido. Debía celebrarse una doble fiesta en toda la Iglesia: un jubileo universal y la restauración de la Iglesia. Antes que el Papa comenzara la fiesta, había preparado a los suyos y éstos lanzaron de la asamblea, sin contradicción ninguna, a una multitud de eclesiásticos, unos de mucho viso, otros de poca significación, los cuales salieron murmurando, llenos de cólera. El Pontífice tomó a su servicio a otros eclesiásticos y a otros seglares. Después empezó la gran solemnidad en la Iglesia de San Pedro. Los que trabajaban con mandiles blancos mantuviéronse silenciosos, circunspectos y tímidos, mirando si alguno los observaba –alude al Pontífice Pedro Romano II que vendrá después del tiempo del antipapa y del anticristo-. 

3.El Arcángel San Miguel lucha por el Triunfo de la Iglesia. (30 de diciembre de 1819)

   He visto nuevamente la Iglesia de San Pedro con su gran cúpula. Sobre ella resplandecía el Arcángel San Miguel vestido de color rojo, teniendo una gran bandera de combate en las manos. La tierra era un inmenso campo de batalla. Los verdes y azules luchaban contra los blancos; estos sobre los cuales había una espada de fuego, parecía que iban a sucumbir; no todos sabían por qué causa combatían. La Iglesia era de color sangriento como el vestido del Arcángel. Oí que me decían: “Tendrá un bautismo de sangre”. Cuanto más se prolongaba el combate, más se apagaba el vivo color rojo de la iglesia y se volvía más transparente. El Arcángel descendió y se acercó a los blancos. Lo ví delante de todos. Éstos cobraron gran valor, sin saber de donde les venía. El Ángel derrotó a los enemigos, los cuales huyeron en todas direcciones. La espada de fuego que estaba sobre los blancos, desapareció. En medio del combate aumentaban las filas de los blancos: grupos de adversarios se pasaban a ellos y una vez se pasaron en gran número. Sobre el campo de batalla había, en el espacio, legiones de santos que hacían señales con las manos, diferentes unos de otros pero animados del mismo espíritu. 
  1. Ve a San Francisco de Sales y a Santa Juana de Chantal. (Domingo de infraoctava de la Santísima Trinidad, 1820)
   Para consuelo mío he visto cuadros de la vida de los dos santos: San Francisco de Sales y Santa Juana de Chantal. Decían que los tiempos que corremos son muy tristes; pero que después de muchos desastres, vendrá  un tiempo suave y apacible, en que los hombres estarán muy unidos unos con otros y se amarán mucho; entonces florecerán muchos monasterios en el verdadero sentido de la palabra. Ví también una imagen de estos lejanos tiempos, la cual no puedo describir; de ahí se alejaban las tinieblas de la noche y surgían la luz y el amor. Vi toda clase de cuadros relativos al Renacimiento de las órdenes religiosas.
   Los tiempos del Anticristo (1) no están tan próximos como algunos creen. Han de venir precursores del mismo. He visto en algunas ciudades maestros de cuyas escuelas podrán salir esos precursores. (Se refiere al año 1820, no al 2010 y siguientes).
  1. Ve la Iglesia de San Pedro en peligro. (28 de agosto de 1820)
      Ví  una imagen de la Iglesia de San Pedro, donde me parecía que el tiempo flotaba sobre la tierra y que muchos corrían presurosos a ponerse debajo de él para transportarlo, grandes y pequeños, sacerdotes y seglares, mujeres y niños y aún ancianos impedidos. Yo sentía grande angustia e inquietud, pues estaba viendo que la iglesia amenazaba ruinas por todas partes. Pero todas aquellas gentes se pusieron debajo de ella sosteniéndola con sus hombros; cuando esto hacían todos tenían la misma estatura. Cada uno estaba en su puesto: los sacerdotes debajo de los altares; los legos debajo de las columnas y las mujeres a la entrada. Era tan grande el peso que todos soportaban, que creí que serían aplastados. Sobre la Iglesia aparecía el cielo abierto y los coros de los santos la sostenían con sus oraciones y sus méritos y ayudaban a los que la sostenían sobre sus hombros. Yo estaba flotando entre unos y otros. Ví que los que la llevaban se movían hacia delante y que una fila de casas y palacios que había enfrente caían por tierra, como las espigas de un campo, al pasar sobre ellos la iglesia y que la misma iglesia fue puesta allí sobre la tierra.

Entonces tuve otra visión. Ví que la Santísima Virgen estaba sobre la Iglesia y alrededor de ella los apóstoles y obispos. Abajo ví grandes procesiones y solemnidades. Ví que todos los malos pastores de la iglesia, que habían creído que podían hacer algo con sus propias fuerzas, sin recibir la virtud de Cristo, de los vasos de sus santos predecesores y de la iglesia, fueron lanzados y reemplazados por otros. Ví que desde lo alto recibían bendiciones y que se obraban grandes mudanzas. Ví al Papa que dirigía todas estas cosas. Ví elevarse a dignidades, a hombres muy pobres y a jóvenes.
(1) Recuérdese que esta visión tiene más de un siglo. Se han abreviado los tiempos. Cuando Ana Catalina habla del Anticristo lo hace siempre como de una persona y no de una sociedad o estado anticristiano. Solo en un mundo anticristiano podrá imperar el Anticristo. En el mismo sentido habla Sta. Hildegarda en su libro Scivias. 
  1. Ve una Iglesia falsa en contra de la Iglesia de Roma. (12 de septiembre de 1820)
   He visto construir una iglesia curiosa, falsa y perversa. Había en el coro tres divisiones, cada una de varias gradas, unas más altas que las otras. Debajo se extendía una oscura extensión llena de tinieblas. Sobre la primera de estas divisiones vi que arrastraban un asiento, en la segunda una gran taza llena de agua; sobre la más alta había una mesa. No he visto ningún ángel presente en la construcción; pero estaba la especie más ardiente y curiosa de los múltiples espíritus de los planetas (2), que transportaban toda clase de objetos bajo esta techumbre; y allí abajo, ciertas personas envueltas en una especie de manteletas o capas eclesiásticas, llevaban todas esas cosas afuera. Nada venía de lo alto en aquella iglesia; todo provenía de la tierra y de la oscuridad, y los espíritus de los planetas lo traían y lo preparaban todo. Sólo el agua parecía tener en sí misma fuerza saludable y en cierto modo santificante. He visto traer luego dentro de esa iglesia una gran cantidad de instrumentos. Muchas personas y también niños llevaban utensilios e instrumentos de la más variada especie para hacer y producir alguna cosa; pero todo era oscuro, pervertido, privado de vitalidad y no se veía más que separación y división.

   Cerca de ésta he visto otra iglesia luminosa, colmada de gracias de lo alto; he visto a los ángeles subir y descender y he visto allí vida y crecimiento, aunque también disipación y negligencia. A pesar de todo era un árbol lleno de jugo y de fuerza vital en comparación de la pseudo iglesia, que parecía un sarcófago de reliquias muertas y de figuras. Una iglesia era como un ave que vuela y se remonta en los aires; la otra como un barrilete hecho de papel por los niños, lleno de nudos, de adornos y de trozos de papel de colores en la cola, que se arrastra sobre un campo árido cubierto de estopa, en vez de remontarse a los aires. He visto que muchas de las cosas reunidas en aquella iglesia estaban amontonadas en contra de la iglesia viviente: así he visto dardos y flechas. Cada uno se empeñaba en llevar ahí dentro alguna cosa, como bastones, varas, pompas de agua, garrotes de toda clase, muñecos y espejos. Allí había trompetas, cuernos, fuelles y toda clase de objetos de toda clase y manera. Bajo la bóveda de la sacristía se afanaban por hacer pan; pero no fermentó y quedó todo abandonado. He visto a aquellos hombres con la manteleta llevar leña  delante de las gradas sobre las cuales estaba el púlpito y encender fuego y soplar con los fuelles y con la boca y afanarse mucho; pero no salía de allí más que humo de una oscuridad espantosa. Entonces hicieron una abertura por arriba y colocaron un tubo; pero aquel fuego no quiso prender y se hizo tan denso de humo que terminó por sofocar. Otros soplaban en las trompetas y clarines y se esforzaban de tal modo que parecía les salían a los ojos por las órbitas; pero todo quedó allí abandonado en el suelo y luego desapareció bajo tierra; de modo que todo era muerto y ficticio y vana obra humana.

   Esta iglesia es en verdad obra de los hombres, en conformidad con la nueva moda, como lo es la nueva iglesia, no católica, de Roma, que es también de esa especie – refiere la Iglesia Universal que será dirigida por el Anti-cristo, así como su Gobierno Mundial-.
(2) Espíritus planetarios son, según Ana Catalina, los ángeles caídos que no fueron tan culpables como los del infierno, que habitan en los planetas, desde donde descienden para tentar a los hombres; parece recordar a los ángeles que pervagantur in mundo (que vagan por el mundo). 
  1. Ve la obra de los espíritus malos en la falsa iglesia. (12 de noviembre de 1820)  
     He viajado por un país oscuro y frío y llegué a una gran ciudad. Allí dentro he visto de nuevo la extraña gran fábrica de la iglesia; pero he visto que allí no hay nada de santo, sino innumerables espíritus planetarios que trabajaban en torno de ella. He visto todo esto como veo, de modo parecido, hacerse una obra eclesiástica católica de común acuerdo entre los ángeles, los santos y los cristianos; pero aquí las formas empleadas eran mecánicas, y las ayudas y los medios de otra especie. He visto subir y bajar y enviar rayos y luz por muchos espíritus planetarios cobre aquella gente que trabajaba. Todo se hacía y resultaba según la pura razón humana. He visto allá arriba, en las altas regiones, cómo un espíritu hacía líneas y diseñaba figuras y cómo luego aquí en la tierra se ejecutaba, porque veía que uno abría los cimientos y hacía aberturas o planos. He visto que la acción de estos espíritus planetarios, que trabajan para sí y para esa gran fábrica, extendían su influjo a las más remotas comarcas. Todo aquello que parecía necesario o sólo útil a la fabricación y existencia de esta iglesia, he visto excitarlo y ponerlo por obra en los más apartados lugares y distancias y he visto ponerse de acuerdo hombres y cosas, enseñanzas y opiniones para cooperar a la obra. Había en todo ese cuadro algo de admirablemente egoístico, de orgullosamente seguro y violento; y que todo tuvo éxito lo vi en un cuadro múltiple de cosas; pero no he visto siquiera un solo ángel o un santo concurriendo a la obra. El cuadro que he visto era grandioso y perverso.
      He visto también mucho más lejos y detrás de aquel asiento o trono, un pueblo feroz armado de picas, y un rostro feo que sonreía y decía: “fabrica no más lo más sólido que quieras; nosotros la destruiremos”. Penetré además en una sala grande de aquella ciudad donde se celebraba una ceremonia odiosa, una horrible y falsa comedia. Todo estaba tapizado de negro –es un rito de la masonería clesiástica-. Uno fue puesto dentro de un catafalco y luego resucitó. Él estaba presente en persona y llevaba en el pecho una estrella. Parecía que esto significaba una amenaza de que así sucedería. He visto dentro al diablo en mil formas y figuras. Todo era densa y oscura noche: aquello era horrible. 
  1. Ve nuevamente la Iglesia de San Pedro. (10 de septiembre de 1822)
   He visto la Iglesia de San Pedro del todo destruida, excepto el coro y el altar mayor. San Miguel, armado y ceñido, descendió a la Iglesia y con su espada impidió que entraran en ella muchos malos pastores, y los impelió hacia un ángulo oscuro, donde se sentaron mirándose unos a otros. Todo lo que había sido destruido de la iglesia fue reconstruido en pocos momentos de suerte que pudiera celebrarse el culto divino. Vinieron sacerdotes y legos de todo el mundo trayendo piedras para reedificar los muros, ya que los cimientos no habían podido ser destruidos por los demoledores. 
  1. Ve en éxtasis a la Iglesia abandonada y afligida.
   He visto a la Iglesia enteramente abandonada por completo y sola. Parece que todos huyeran de ella. Todo es contienda en torno de ella; por doquiera veo grandes miserias, odio, traición y encono, inquietud, falta de auxilio y ceguedad absoluta. De un lugar oscuro veo salir mensajeros anunciando por todas partes malas nuevas, que causan amargura en los corazones de los que las oyen, y encienden la cólera y el odio. Yo ruego con mucho fervor por los oprimidos. Sobre los lugares donde algunos hacen oración veo descender luces, y sobre todos los demás, negras tinieblas. Este estado de cosas es espantoso. He rogado a Dios que tenga misericordia. ¡Oh ciudad!... (Roma) ¡Oh ciudad!... ¡Qué gran calamidad te amenaza!...La tempestad está próxima; prepárate, pues. Confío, sin embargo, en que has de permanecer firme. 
  1. Supervivencia de la Iglesia e indignidad de los cristianos. (4 de octubre de 1822)
   Cuando esta noche vi a San Francisco llevando sobre sus hombros la Iglesia, según la visión que tuvo el Papa (3), vi que un hombre de corta estatura en cuyo rostro había algo de judío, llevaba a cuestas la Iglesia de San Pedro, lo cual me pareció muy peligroso. En la parte norte, sobre la Iglesia, estaba María protegiéndola bajo su manto. Diríase que aquel hombre iba a caer. Parecióme seglar y que le conocía yo. Aquellos doce a quienes siempre veo como nuevos apóstoles, venían a socorrerle, pero demasiado despacio. Ya iba a caer, cuando por fin llegaron todos y se pusieron debajo de ella; también ayudaron muchos ángeles. Tratábase de salvar sólo el suelo y la parte posterior de la iglesia, pues todo lo demás lo habían destruido las sectas y aún los mismos eclesiásticos. Aquellos llevaban a la iglesia a otro lugar y parecía que a su paso venían por tierra muchos palacios como si fueran campos de mieses. Viendo en ruina a la Iglesia de San Pedro y los muchos eclesiásticos que habían trabajado en destruirla sin que ninguno quisiera decir delante de los demás lo que había hecho, sentí tal tristeza que hube de clamar en alta voz pidiendo a Jesús misericordia.

      Entonces ví delante de mí a mi Celestial esposo en figura de un mancebo, quien habló largo tiempo conmigo. Me dijo que esta traslación de la Iglesia significaba que en la apariencia había de caer en tierra por completo, pero que descansaba en estas columnas y que de ellas había de surgir de nuevo; que aunque no quedara más que un solo cristiano católico en el mundo, ella podía vencer, pues no está fundada en la razón ni en el consejo de los hombres. Luego me mostró que en la Iglesia nunca habían faltado fieles que hicieran oración y padecieran por ella. Mostróme además lo que Él había padecido  por la Iglesia, la virtud que había comunicado a los méritos y trabajos de los mártires y que todo lo volvería a padecer de nuevo si fuera posible. También me mostró en innumerables escenas la miserable conducta de los cristianos y de los eclesiásticos, en círculos cada vez mayores, en todo el mundo y en mi patria, y me exhortó a orar con perseverancia y a padecer por ellos. Había una grandeza y tristeza incomprensibles en esta escena, que no puedo describir. También se me dio a entender que casi no quedaban ya cristianos en el sentido en que antes se tomaba esta palabra, así como entendí que los judíos que ahora existen, son todos ellos fariseos y aún peores que fariseos. El solo pueblo de Judit en África está compuesto de antiguos verdaderos judíos (4). Esta visión me afligió mucho.
(3) Inocencio III aprobó el Instituto de San Francisco a raíz de haber visto en un sueño misterioso cómo el santo sostenía en sus hombros a la Iglesia de San Juan de Letrán que estaba a punto de desplomarse.
(4) De esta Judit se habla extensamente en el capítulo Visiones de una comunidad hebrea en Abisinia. 

11. Visión de la bestia del mar y del Cordero de Dios. (Agosto a Octubre de 1820)

   Esta visión, según dice Brentano en sus anotaciones, está  llena de interrupciones, porque Ana Catalina veía las cosas en tal forma que le era muy difícil describirlas luego ordenadamente. Nota también que la visión tiene muchas formas de semejanza con las Revelaciones de San Juan, que ella no había leído antes. (Se refiere al Apocalipsis).

   Veo a nuevos mártires, no de ahora, sino de tiempos futuros. Veo su aflicción y veo que se precipitan los hechos. He visto a las sociedades secretas trabajar y combatir cada vez con mayor intensidad para destruir a la gran Iglesia; y he visto entre esta gente a un espantoso animal, salido del mar  (5).
   El monstruo tenía cola como de pez, melena como de león y muchas cabezas alrededor de una mayor que las otras, erizada, formando una corona. Sus fauces eran grandes y rojas. Estaba manchado como un tigre y andaba confiadamente entre aquellos sectarios destructores. Muchas veces estaba en medio de ellos, mientras trabajaban, y también ellos iban a buscarlo en la caverna donde solía esconderse.

   Mientras estas cosas sucedían, he visto aquí y allá, en el mundo entero, muchos buenos y piadosos hombres, especialmente eclesiásticos, atormentados, encarcelados y oprimidos, y tuve el sentimiento interior de que un día habría nuevos mártires. Cuando la Iglesia estaba en gran parte destruida, de tal modo que no quedaba más que el coro y el altar mayor, vi a estos destructores, juntamente con la bestia, entrara en la Iglesia. Allí encontraron a una Señora grande y magnífica, que parecía estar en cinta, pues caminaba lentamente (6). Los enemigos quedaron muy admirados y espantados, y la bestia no pudo dar un paso más. Extendió furiosamente el cuello hacia la Señora, como si quisiera tragarla (7), pero ella se volvió y cayó postrada sobre su rostro. Ví entonces a la bestia huir de nuevo hacia el mar y a los enemigos correr, confundidos y desconcertados, atropellándose unos a otros: porque ví que, en torno de la Iglesia, venían desde lejos y se aproximaban grandes círculos, en la tierra y en el cielo. El primer círculo estaba formado de jóvenes y de doncellas; el segundo, de personas casadas de todos los estados, entre ellos reyes y reinas; el tercero, de personas pertenecientes a las órdenes religiosas; el cuarto, de guerreros, delante de los cuales ví a un jinete sobre y un caballo blanco (8). El último círculo estaba compuesto de labradores y gente de la comarca, muchos de ellos señalados con una cruz roja en la frente (9). Mientras se acercaban, los prisioneros y oprimidos fueron liberados y se juntaron con ellos.

(5) “Y ví una bestia que subía del mar, la cual tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre los cuernos diez diademas y sobre las cabezas nombres de blasfemias. Y la bestia que ví era semejante a un leopardo y las patas como de oso y la boca como de león” (Ap.13, 1-2).
(6) (Cfr. Ap.12, 1-2).
(7) (Cfr. Ap. 12, 4).
(8) (Cfr. Ap. 19, 11).
(9) (Cfr. Ap. 7, 3).}
      Los destructores y conjurados fueron echados de todos los puntos, reunidos delante de aquellos círculos, y se encontraban, sin saber cómo, juntos en un escuadrón, envueltos en confusión y tinieblas. No sabían ni lo que habían hecho ni lo que debían hacer y con la cabeza baja se precipitaron unos contra otros, como los veo hacer a menudo. Cuando todos estuvieron reunidos confusamente, los ví abandonar la obra de destrucción y perderse desorientados entre los diversos círculos.

      He visto después a la Iglesia, de nuevo, rápidamente restaurada, con mayor esplendor que antes, pues las gentes de todos los círculos, de una extremidad a la otra del mundo, se alcanzaban unas a otras las piedras para reedificarla. Cuando esos círculos se aproximaban, el primero o el más interno se colocaba detrás de los otros. Parecía que se distribuían entre ellos las obras diversas de oración y como si el círculo de los guerreros comenzase obras de guerra. En este círculo me parecían confundidos amigos y enemigos de todos los pueblos. Eran verdaderos soldados de nuestra especie y color. Este círculo, sin embargo, no estaba del todo cerrado, sino que hacia el Septentrión tenía una mancha amplia y oscura, como una abertura, como un abismo. Este abismo se extendía hacia abajo, en las tinieblas, precisamente como en los umbrales del Paraíso, en aquel punto donde Adán, arrojado, salió afuera. Me parecía como si allá abajo se extendiese un oscuro y tenebroso lugar. He visto como si porciones de este círculo quedasen atrás y no quisiesen avanzar y éstos se mantuviesen estrechados entre sí y tristes los rostros, mirándose unos a otros. En todos estos círculos he visto a muchos que serán mártires de Jesucristo, ya que había también muchos malos y por esta causa habría otra división.

      Vi que la Iglesia había sido del todo restaurada, y sobre ella el Cordero de Dios, encima del monte, y en torno de Él, un círculo de vírgenes con palmas en las manos, y los cinco círculos de las escuadras celestes, como los de la tierra. Los círculos celestes habían avanzado juntamente con los terrestres y obraban de común acuerdo. En torno del Cordero estaban las cuatro imágenes apocalípticas de los animales sagrados. 
  1. Ve las abominaciones de la Francmasonería. (10)(La contraiglesia)
   Esta iglesia maldita es pura inmundicia, es la vaciedad y las tinieblas. Casi ninguno de los suyos conoce las tinieblas en las cuales trabaja. Todo es en ella vana oscuridad; sus escarpados muros nada contienen; el altar que usan, es una silla. En una mesa hay una calavera cubierta, entre dos luces; a veces la descubren. En sus “consagraciones” echan mano a dagas desnudas. Aquí está el mal sin mezcla de bien; ésta es la comunión de la gente non sancta. Yo no puedo declarar con palabras cuán abominables son, y cuán perniciosos y vanos los intentos de esta asociación, desconocidos en gran parte por sus mismos adeptos. Quieren hacerse todos un solo cuerpo con algo que no es Jesucristo. Habiendo yo apartado a uno de ellos, se llenaron de furor contra mí. Cuando la ciencia se divorció de la fe, surgió esta iglesia sin Salvador, sin creencia; esta comunión de “santos” sin fe; la contraiglesia, cuyo centro es la maldad, el error, la mentira, la hipocresía, la flaqueza y la astucia. Nació así un cuerpo, una comunidad fuera del cuerpo de Jesucristo, o sea, fuera de la Iglesia; una iglesia falsa sin Salvador, cuyo misterio es no tener misterio alguno.  
(10) El Papa Pío VII condenó la secta secreta de “los Carbonarios”, nombre con que se designaban los masones en Italia, el 13 de septiembre de 1821.

Distinta en cada lugar, temporal, infinita, cortesana, egoísta, dañosa y que a pesar de las obras buenas de que se precia, conduce finalmente al abismo de la miseria. El mayor peligro que ofrece en su aparente inocuidad. En todas partes hacen y desean cosas diferentes; en muchas obran sigilosamente; en otras preparan ruinas sin que sean conocidos, sino de pocos, sus malvados planes. Así coinciden todos con sus obras en un centro que es el mal, y obran y trabajan fuera de Cristo, porque en Él únicamente es santificada toda vida y fuera de cuyo reino toda obra es trabajo que permanece en la muerte y en el demonio. 

13. Los trabajos de las sectas. (Fiesta de la Candelaria)


   En estos días he visto muchas maravillas de la Iglesia. La Iglesia de San Pedro estaba casi destruida por las sectas; pero los trabajos de éstas fueron aniquilados y todas sus pertenencias, mandiles y utensilios, quemados en un lugar inmundo por la mano del verdugo. Había allí pelo de caballo que exhalaba tal hedor, que me causó mucho daño. En esta visión se me presentó la Madre de Dios ejercitando su poder a favor de la Iglesia. Desde entonces mi devoción a María es cada vez mayor. 

14. Visión de la época del Anticristo.

   Después de haber visto la cesación del santo sacrificio de la Misa, en la época del Anticristo (11), continuó narrando lo siguiente:
   He visto un gran cuadro eclesiástico, pero no soy capaz de reproducir todo el conjunto. He visto la Iglesia de San Pedro y en torno de ella muchos campos, jardines, vecindades y bosques. He visto a muchas personas contemporáneas nuestras de todas las partes del mundo y muchísimas otras que conozco personalmente o por medio de las visiones, que entraban en la Iglesia, y parte de ellas paseaban con indiferencia yendo a otros puestos diversos. Había dentro una gran solemnidad y sobre ella se veía una nube luminosa de la cual descendían apóstoles y obispos santos, que se reunían en coro sobre el altar. Entre ellos he visto a Agustín y a Ambrosio y a todos aquellos que han hecho mucho por la exaltación de la Iglesia. Había una gran solemnidad y se celebró la Misa.

   Y yo he visto en medio de la iglesia un gran Cristo abierto de cuyo lado más largo pendían tres sellos; de cada uno de los más estrechos dos solos (12) estaba abierto más bien hacia la parte anterior de la iglesia, que en el centro de la misma. He visto también encima al evangelista Juan y supe que eran las revelaciones que tuvo en la isla de Patmos. Aquel libro estaba apoyado sobre un atril en el coro. Alguna cosa había tenido lugar (13) antes que este libro hubiese sido abierto, pero he olvidado lo que fue. Es una verdad, lástima que aquí haya un aviso en mi visión. El Papa no estaba en la iglesia. Estaba escondido. Creo que aquellas gentes que había en la iglesia no sabían dónde estaba él. No sé ya si él estaba en oración, o hubiese muerto.
(12) “Vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono, un libro escrito por     dentro y por fuera, sellado con siete sellos”. (Ap. 5, 1)
(13) Este acontecimiento, que lamenta no recordar, nos hubiera dado una pauta para interpretar algunos capítulos del Apocalipsis.

   He visto por los demás que todas aquellas gentes tenían que poner la mano sobre cierto paisaje en el libro de los evangelios, fueron eclesiásticos o laicos, y que entre muchos de ellos descendió una luz, como una señal que los santos apóstoles y obispos les participaban. He visto también que muchos hacían este acto superficialmente. Fuera de la iglesia he visto aproximarse a muchos judíos que querían entrar, pero no lo podían hacer aún. Al fin llegó toda entera la multitud que al principio no había podido entrar adentro. Era un pueblo innumerable (14). Entonces he visto de improviso aquel libro ser tocado por un contacto sobrenatural y cerrarse enseguida. Esto me hizo acordar cómo una vez en el convento, de noche, el demonio me apagó la luz y me cerró el libro.

   En torno de allí, pero en lontananza he visto una espantosa y sangrienta batalla y ví una gigantesca lucha del lado del Septentrión y del lado del Occidente. Este fue un cuadro grande y muy serio. Siento haber olvidado aquel lugar del libro sobre el cual los hombres debían poner los dedos. 

15. Ve los estragos que causan los enemigos a la Iglesia y a la futura restauración por medio de María. (Pascua de 1820)

   Cuando Ana Catalina tuvo esta visión, el guía le dijo que abarcaba siete espacios determinados de tiempo; no pudo luego, al relatar, fijar los límites de cada tiempo ni decir cuál de esos tiempos correspondían a dichos acontecimientos.

   He visto a la tierra como en una superficie redonda, cubierta de oscuridad y tinieblas. Todo estaba corrompido y a punto de perecer. Esto lo he visto muy detalladamente en todas las criaturas, en los árboles, en los arbustos, en las plantas, en las flores, en los campos. Parecía como si las aguas de los arroyos de las fuentes, ríos y mares fuesen sorbidas y volviesen a su origen. Fui por la tierra desolada y ví a los ríos como líneas delgadas, a los mares como negros abismos en medio de los cuales sólo había algunas gritas con agua. Todo lo demás era fango espeso y oscuro donde veía toda suerte de animales monstruosos y peces luchando con la muerte. Vi tanta distancia alrededor que pude distinguir con toda claridad las orillas del mar donde en otra ocasión yo había visto que San Clemente (15) fue sumergido. Vi también lugares y muchedumbre de gentes tristes y turbadas y muchas ruinas.

   A medida que crecían la sequedad y la desolación de la tierra, se aumentaban las obras tenebrosas de los hombres. Vi muchas maldades, en particular reconocí a Roma y ví la opresión que padecía la iglesia y su decadencia en lo interno y en lo externo. Vi grandes ejércitos que se dirigían a un mismo punto desde varias regiones y todos estaban empeñados en luchas y batallas. En medio de ellos he visto una gran mancha negra a manera de un enorme agujero y en torno de él los combatientes eran cada vez menos, como si cayeran en aquél abismo como si nadie los viese caer.

(14) Es un hecho admitido que los judíos, constituidos ya en nación reconocerán finalmente que Jesucristo es finalmente Mesías al que han desconocido por tanto tiempo y entrarán en las iglesias católicas. Algunos colocan este hecho durante el tiempo de la predicación de Elías y Enoc. Entre otros muchos textos sobre la conversación de los judíos véase especialmente en el Cap. 11 de la Epístola de San Pablo a los Romanos.
(15) San Clemente I, romano, gobernó las iglesias por nueve años; fue martirizado en el Quersoneso Taurico, precipitándosele en el Mar Muerto el año 100.

   Durante esa lucha ví en medio de tanta ruina y corrupción a doce hombres, en diferentes comarcas. Sin conocer ni tener noticias los unos de los otros, recibir como torrentes del agua viva que deriva de la vida eterna. Ví que todos ellos trabajaban en lo mismo, en diferentes lugares y que no sabían de dónde les venían los dones necesarios, pues cuando acababan una misión les encomendaban otra. Eran doce y ninguno de ellos pasaba de los cuarenta años. Tres eran sacerdotes y alguno otro quería serlo. Vi también que algunas veces yo tenía relación con alguno de ellos, como si le conociera o estuviera cerca de él. En sus trajes no había nada de particular; cada uno de ellos vestía según el uso actual de su país. Vi que obtuvieran de Dios lo que se había perdido y cómo en todas partes obraban el bien. Todos eran católicos.

   En medio de la tenebrosa corrupción ví falsos profetas y otras personas que trabajan contra los escritos de estos doce apóstoles, los cuales desaparecían con frecuencia en medio del tumulto y luego salían otra vez más resplandecientes que antes. Ví unas mujeres que estaban como en éxtasis y junto a ellas hombres que las  magnetizaban (16). Ellas predecían lo futuro; pero a mí me causaba aversión y horror, me pareció ver aquella mujer de Münster y pensé dentro de mí, con inquietud que al menos el padre Limberg, no estaría junto a ellas. Cuando las filas de los que combatían en torno de aquel negro abismo se aclararon más y más, y en medio del combate desapareció toda una ciudad, aquellos doce hombres apóstoles aumentaron mucho el número de los que peleaban a su lado y desde la otra ciudad (la verdadera ciudad de Dios, Roma) salió un cono de luz que penetró en el oscuro disco. Ví por arriba de la iglesia, humillada y menoscabada, una hermosísima Señora con un manto azul celeste muy extendido y con una corona de estrellas en la cabeza. De Ella procedía la luz que penetraba cada vez más en la oscuridad, y allí donde llegaba esa luz, todo era renovado y todo volvía a prosperar. Los nuevos apóstoles entraron todos en aquella luz. Yo creía haber visto a mí misma con otros a quienes conocía, que estábamos delante, en lo alto. En una gran ciudad vi una iglesia, la más pequeña entre otras, que llegaba a ser la primera. Los nuevos apóstoles fueron iluminados por la luz. Creo haber visto con ellos a la cabeza, a otros que no conozco.

   Todo volvió a florecer de nuevo. Vi un nuevo Papa muy severo. El abismo se hacía cada vez más estrecho: se hizo tan pequeño que podía ser cubierto con un balde de agua. Finalmente ví tres ejércitos o comunidades se unían a la luz. Había entre ellos personas buenas e ilustradas, las cuáles entraron en la iglesia. Todo se había renovado y estaba floreciente. Ví que se edificaron iglesias y monasterios. Durante aquella tenebrosa aridez, fui trasportada a un prado lleno de verdor y de cándidas flores que otras veces había tenido que recordar después. Encontré un vallado de espinas, con el cual me había lacerado y arañado mucho durante aquellos tiempos ocurridos. Ahora estaba todo florido y penetré en él alegremente. 

16. Las llagas del Señor derraman bendiciones sobre la Iglesia y el mundo.

   El arcángel San Miguel descendió de la iglesia y ví sobre ella, en el cielo, una gran cruz luminosa, de la cual pendía el Salvador. De sus llagas descendían sobre el mundo franjas de luz que se difundían por todas partes. Las llagas eran rojas y como brillantes puertas, y el centro de ellas, dorado como el sol. No llevaba la corona de espinas, pero de las heridas de su cabeza salían rayos horizontales de luz que iluminaban el mundo. Los rayos que salían de las manos y de los pies eran como el arco iris y se dividían en rayos muy finos, y, muchos, iban a iluminar aldeas, ciudades y casas por el mundo entero. Ví estos rayos en muchos lugares al mismo tiempo, cerca y lejos, descender sobre toda clase de moribundos y atraer con violencia a las almas, las cuales, por uno de estos colores del arco iris, se corrían hacia las llagas del Salvador. Los rayos de la herida del costado descendían sobre la iglesia que estaba debajo, como un torrente ancho y caudaloso. De esta suerte resplandecía la iglesia y por este torrente de luz entraban la mayor parte de las almas en el Señor.

   Ví  oscilar en el cielo un corazón rojo y brillante unido con la cruz por una franja luminosa que de él salía hacia la herida del costado del Salvador. Otra franja luminosa, que partía también del corazón, se extendía sobre la iglesia y sobre muchas comarcas. Estos rayos de luz atraían a muchas almas al corazón y pasando a través de él iban por la faja de luz que lo unía con la cruz y entraban en el costado de Jesús. Se me dijo que este corazón era el de María.

   Además de los rayos luminosos, pendían de las llagas unas escalas, algunas de las cuales no llegaban a tierra. Estas escalas eran unas treinta, diferentes todas entre sí: las había anchas y estrechas, unas con peldaños juntos y otras con peldaños separados, unas aisladas, otras juntas y agrupadas. Sus colores eran los mismos del lugar de purificación, oscuros, claros, grises, cada vez más vivos a medida que se subía en ellas.

   Por estas escalas ví subir trabajosamente a muchas almas. Unas iban rápidamente, como si hubiera quien las ayudara a andar con firmeza; otras se empujaban unas a otras y caían en los escalones inferiores; algunas caían en la oscuridad más profunda. Aquella trabajosa subida parecía más conmovedora cuando se la comparaba con la alegre entrada de las que eran atraídas a modo de absorción. Las que subían sin retroceder con paso firme, parecía que estaban más unidas con la iglesia que con las otras que se detenían o esperaban o se quedaban solas.

   Detrás de la cruz, muy adentro, allá en el cielo, ví muchas imágenes de la obra de la Redención en el camino de la divina gracia, a través de la historia del mundo hasta su cumplimiento en la Redención. Yo no me detuve en ningún punto; recorrí la franja luminosa viéndolo todo. 
17. Ve la proximidad del Reino de Dios.

   Cuando hubo cesado el combate en la tierra, la iglesia y el ángel se tornaron blancos y resplandecientes, y el ángel desapareció. También desapareció  la cruz, y en el lugar que ella ocupaba apareció una Señora alta y resplandeciente, encima de la iglesia, extendiendo sobre ella su dorado y brillante manto. Debajo en la iglesia se oyeron voces de mutua humillación y reconciliación. Ví a obispos y pastores acercarse y cambiar sus libros. Las sectas reconocieron a la iglesia por su admirable victoria y por la luz de la revelación que habían visto resplandecer en ella. Cuando ví esa unión, sentí profundamente la proximidad del reino de Dios. Ví un resplandor y una vida superior en toda la naturaleza y un santo impulso en todos los hombres, como cuando se aproximaba el nacimiento de Jesús, y de tal manera sentí la proximidad del reino de Dios, que me ví obligada a salir a su encuentro. (En esta parte de la visión, oraba en alta voz).

   De la venida de María tuve un vivísimo presentimiento. Ví a su estirpe ennoblecerse a medida que se iba acercando a esta flor. Ví venir a María: cómo la ví, no podría decirlo. De la misma manera siento la proximidad del reino de Dios. Sólo puedo comparar aquel sentir con este modo de ver. El reino de Dios lo ví acercarse cumpliéndose el anhelo de muchos fieles atraídos por la fe humilde y el ardentísimo amor. Ví aparecer en la tierra muchos rebaños pequeños y luminosos de corderos, apacentados por pastores; ví que éstos eran verdaderos pastores de Aquél que, como Cordero, dio su sangre por nosotros; y ví que un amor infinito y una virtud divina reinaban entre los hombres.

   Cerca de mí ví pastores, de quienes yo sabía que no pensaban en nada de esto, y deseé vivamente que despertaran de su sueño. 

18. Ve la Iglesia de Roma. (27 de Diciembre de 1820)

   Veo a la Iglesia Romana resplandeciente como el sol. De ella salían rayos a torrentes que se dilataban por el mundo entero. Me fue dicho que esto se refería a la revelación de San Juan, mediante los cuales algunos cristianos debían recibir parte de esa luz y que ésta recaería por entero a favor de la iglesia. He visto acerca de esto un cuadro muy preciso, pero no lo puedo expresar con palabras. 

19. Ve a la Iglesia después del combate.

   Ví  a la iglesia después del anterior combate resplandeciente como el sol. En ella se celebraba una gran solemnidad y ví que entraban muchas procesiones. Ví un nuevo Papa muy severo y riguroso. Antes de empezar la fiesta había despedido a muchos obispos y pastores, porque eran malos. Ví que concurrieron a la celebración de esta fiesta los santos Apóstoles es especialmente. Entonces ví muy próximo el cumplimiento de estas palabras: “Señor, venga a nos el tu reino”. Apréciame ver descender de lo alto luminosos jardines celestiales y unirse con lugares inflamados de la tierra y todo allí sumergirse en la luz primitiva. Los enemigos, que habían huido del combate, no fueron perseguidos, pero se dispersaron. 
20. Visión de la Jerusalén celestial.

   Ví en las brillantes calles de la ciudad de Dios muchos palacios y jardines resplandecientes, en los cuales había innumerables cohortes de santos, que discurrían alabando a Dios y derramando sus gracias sobre los hombres. En la celestial Jerusalén no hay ninguna iglesia: el mismo Cristo es la iglesia. María reina en la ciudad de Dios, y sobre ella están Cristo y la Santísima Trinidad. Desde Ella desciende sobre María celestial rocío, que se difunde sobre toda la santa ciudad.

   Ví  debajo de la ciudad de Dios, a la iglesia de San Pedro y me regocijé  porque, a pesar de la negligencia de los hombres recibe siempre del cielo la verdadera luz. Ví los caminos que van a la Jerusalén celestial y a los santos pastores que conducían a ella a las mejores almas de su rebaño. Estos caminos no estaban muy llenos.

   Ví  también el camino por donde yo he de ir a la ciudad de Dios, y ví, cómo desde el centro de un amplio círculo, a todos aquellos a quienes de algún modo había yo ayudado. Ví a todos los niños y a los pobres a quienes había cocido algún vestido y me admiré y me alegré especialmente al ver las diversas maneras en que los había cortado. Después ví todas las escenas de mi vida en que había sido útil a alguno, ya con mi ejemplo, o con auxilios, oraciones y trabajos. Ví el provecho que de aquí se había seguido en forma de jardines nacidos de mis propias obras. Estos jardines habían sido cultivados de diferente modo por sus diferentes modos; algunos los habían dejado perderse. He visto qué suerte cupo a cada una de aquellas almas en quienes yo había causado alguna impresión.
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Ana Catalina Emmerick”; Visiones y Revelaciones Completas, Libro 3, Ed. Fundación Jesús de la Misericordia, Quito, Ecuador; Tomo Primero, Libro III Autobiografía y Visiones Generales. Antes en: http://www.vocesprofeticas.com  E-mail: vocesprofeticas@gmail.com Armando Graneros, Coordinador General de VocesProfeticas.com Actual Espacio: http://vocesprofeticas.blogspot.com

Notas:
(A) Estas Visiones y Revelaciones de la Venerable Ana Catalina Emmerick coinciden con los documentos intitulados “El Triunfo de la Virgen María sobre la masonería.”
B) Los distintos Mensajes y Confidencias hechos por la Santísima Trinidad y la Santísima Virgen a los Profetas de nuestros tiempos, coinciden plenamente en sentidos y contenidos en las obras citadas de Ana Catalina Emmerick, “El Triunfo de la Virgen María sobre la masonería” y de “Apocalipsis” (exégesis) que contiene los mensajes dados por Nuestra Santísima Madre al P. Esteban Gobbi y que a su vez coinciden con las referencias bíblicas con que se indexaron para su mayor comprensión y fácil localización.